Fotografía: Salgado Alban-Mli.
Después de algunos años fuera de mi país, regreso con el objetivo de hacer un reportaje diferente; quiero dar a conocer a través de mi teleobjetivo las profesiones artesanales que están desapareciendo.
En una conversación con mi padre, le cuento mi proyecto, a lo que responde “yo conozco a una persona que se dedica a la de ebanistería, lleva 38 años trabajando en el arte de elaboración de guitarras, el es Neptalí Solís”.
Mi destino final, es el cantón de Pedro Moncayo, ciudad San Juan de Tabacundo, en la provincia de Pichincha, Ecuador. Desde mi pueblo Cayambe, salimos por la mañana, para encontrarnos en el taller del ebanista Neptalí Solís, quien nos relata paso a paso el proceso de la elaboración de la guitarra.
Para Solís, el secreto está en seleccionar la mejor madera como: pino mil hebras, mascarey, nogal, laurel duro, cedro y capulí. Según el artesano, otra madera importante es el eucalipto blanco, esta madera da un excelente sonido al instrumento.
Para que una guitarra tenga una óptima calidad, la madera tiene que tener un buen tratamiento, esta debe estar seca y cuando son maderas sólidas hay que lavarlas en agua caliente para que suelte todo el aceite. Luego las piezas de la guitarra son unidas con pegamento y no llevan clavos, es importante tener en cuenta la clase de pegamento, ya que se utilizan diferentes tipos, todos tiene su función.
Para Neptalí es importante el montaje, en donde todo tiene que estar perfecto. Es aquí en donde se embute los aros, y se los une con la tapa armónica con pequeños trozos de madera en forma de triángulos, los mismos que se pegan en el interior, también se acoplan los refuerzos de los aros y el fondo, para finalmente firmar y poner fecha al instrumento.
Continuando con la elaboración de este instrumento, con un gramil (herramienta usada en la ebanistería) se saca una ranura, en el borde de la tapa y después en el fondo para encajar las cenefas ( tiras de madera teñida que sirven como decoración).Estas tiras se atan con una cuerda con la finalidad de que se peguen y tengan una unión similar en todo el contorno de la guitarra. Después de haber colocado las cenefas, se adhiere el diapasón sobre el mango; es importante ver la calidad de la madera para cortar el mango de la guitarra.
Después de pegar el diapasón, se concluye con el tacón de la guitarra y se da la forma al mango, para luego realizar los cortes en el diapasón y así encajar los trastes. Se los coloca con precisión para que la guitarra quede bien afinada. Solís tuvo que aprender como afinar las guitarras y música. En su taller están colgados todos los certificados de su instrucción, a lo que dijo: “así se donde están fallando y puedo perfeccionar el sonido”
Después llega el lijado se barniza de manera exhaustiva para luego pulir el diapasón y hacer las cejillas, para la cabeza (arriba) y el puente (abajo); posteriormente se realiza la instalación de las clavijas, se colocan las cuerdas y se ajustan las cuerdas.
Los valores de las guitarras van desde los 300 hasta 400 dólares americanos, las de mayor precio son las de dos brazos, ya que su elaboración es más compleja; sus trabajos han viajado por todo el Ecuador y diferentes países.
Neptalí Solís se siente satisfecho de haber enseñado este trabajo a más personas, el sabe que su legado va a continuar, son 1240 guitarras que ha producido desde que empezó en el mundo de la ebanistería.
Además de dedicarse a elaborar guitarras, en su tiempo libre se dedica a componer -música- , y como despedida de nuestra entrevista nos dedicó una de sus canciones.
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