
Fotos: Salgado Alban-Mli.
Su dueña una mujer alegre, luchadora y sobre todo emprendedora, no tiene miedo al fracaso, también es dueña de un bar ubicado junto a su tienda de complementos.
Cruz Zhimnay, nacida en la provincia de Cuenca-Ecuador, en el cantón Sigsig un pueblo de artesanos. Maestra de profesión y con pasión de emprendedora, en su país natal también puso algunos proyectos en funcionamiento como: un hotel que actualmente lo tiene alquilado, también se dedicó al cultivo y cría de animales.
Pero situaciones familiares la obligaron a emigrar con sus tres hijos hasta España, aquí residía su marido y pensó que lo mejor era vivir todos juntos, las cosas no salieron bien, la familia se fracturó, sus dos hijas regresaron a Ecuador y ella tomó la decisión de quedarse por temas de salud, de uno de sus hijos.
¿Cuándo decide emprender?
Cuando mi marido se va del país, al principio me enviaba dinero, pero al poco tiempo dejó de hacerlo, tengo tres hijos y tenía que sacarlos adelante, he salido de la nada, ha sido un esfuerzo muy grande, me considero una mujer emprendedora.
¿Cuáles fueron sus emprendimientos?
He tenido un criadero de cuyes, he cultivado la tierra, hice dos créditos para pagar deudas y monte un pequeño hotel, he vendido de todo, (entre risas) menos droga, me he buscado la vida.
¿Qué pasó cuando llegó a España?
Desde Ecuador ya tenía problemas con mi pareja, y cuando vine a España, mi matrimonio terminó de romperse por malos tratos y finalmente decidí divorciarme, mis hijas se regresan a Ecuador y yo decidí quedarme aquí, no tenía nada, ni casa, ni trabajo y además me encontraba en una situación de ilegalidad. Pero eso no me detuvo, comencé a trabajar en casas, luego cuando obtuve mis papeles trabajé como dependienta en una tienda muy conocida en Madrid.
¿Cuáles eran sus proyectos, regresar a Ecuador o quedarse a residir aquí?
Pensaba volver con proyectos, montar una tienda para poder vivir allí, pero el destino me tenía preparada otra cosa, me enamore y me quedé, él ha sido una parte muy importante en mi vida, me conquistó poco a poco, es todo un caballero, me ayudó a recuperar mi autoestima, me costó mucho, creía que no valía, pero gracias a este señor que ahora es mi marido logré volver a confiar.
¿Cómo surgió la idea de instalar la tienda?
Siempre he tenido esta idea, son artículos que había comprado para establecerme en Ecuador, pero como los planes cambiaron, el proyecto lo plasmé aquí y así surge la idea de crear esta tienda, al principio fue duro porque no contaba con el apoyo de mi familia, pero como soy perseverante, lo logré, estuve sola en esta aventura, ya que si esperaba la aprobación familiar no lo habría hecho nunca y no me arrepiento.
¿Tiene algún significado especial el nombre de la tienda, Sigsal?
El lugar donde yo nací se llama Sigsig, y quiero que un trocito de mi tierra este presente en Madrid, por eso el nombre de Sigsal, además pienso crear la marca Sigsal, mi deseo es hacer conocer nuestro producto, los sombreros de paja toquilla que son tejidos por las manos de mujeres sigseñas, la fábrica se encuentra allí, estuve también en la creación de la asociación de toquilleras María Auxiliadora, fue creada hace 26 años.
¿Es rentable importar el producto ecuatoriano?
Si se vendiera en grandes cantidades sí, pero mi negocio es más bien por sentirme realizada, contenta, no percibo grandes utilidades, ese no ha sido el enfoque tampoco, volverme rica de esto, sino más bien dar a conocer nuestro producto, dar a conocer lo que produce Ecuador, que aquí sepan lo que producimos y vean la maravilla de las artesanías, mi objetivo es traer artesanía de todo el país, pero lo complicado son las importaciones, porque cuesta mucho dinero pagar las aduanas. Me gustaría que hubiese una ayuda sobre todo cuando uno trae el arte de nuestra gente, yo me siento feliz cuando veo un producto hecho por las señoras que día a día van su lugar de trabajo y lo hacen artesanalmente, tejen hebra a hebra los sombreros.
¿Es fácil vender los productos artesanales?
Si se venden, el tema es que no estoy situada en un sitio estratégico, me hace falta más publicidad, estoy planteándome irme al centro, esto es el principio, si estuviese en el centro las cosas se venderían con más facilidad.
Usted dice que en su momento no tenía el apoyo familiar para emprender, sigue siendo así?
Actualmente cuento con el apoyo de mi esposo, pero al principio fue duro porque no tenia este apoyo, me toco emprender sola, defender mis ideas, siempre me ha tocado trabajar duro.
¿Cómo fue su financiamiento?
Yo tenía unos ahorros en Ecuador, me traje todos mis fondos, pero al realizar esta transacción perdí dinero, porque el gobierno se queda con el 5 %, vendí algunas propiedades y también conté con el apoyo económico de mi marido
Compensa ser emprendedora?
Sí porque me siento feliz, yo sé que el dinero es una parte para compensar, pero no lo es todo entonces yo disfruto de este trocito de local, que tiene su encanto y me siento relajada cuando la gente entra aquí, me siento muy a gusto.
¿Cuál es el producto estrella de su tienda?
Sobre todo el sombrero de paja toquilla y también el sombrero manabita, es un sombrero que se puede doblar y es realizado por manos manabitas , y luego cosas del oriente son cosas hechas a mano, por manos de mujeres indígenas, me siento feliz de poder vender estas artesanías.
¿Qué consejo daría a la gente que quiere emprender?
Les diría que si tienen una idea en mente no la abandonen nunca, cuando uno tiene un sueño ese sueño se realiza, pero hay que ser perseverantes, hay que estar en ello y si no tiene el apoyo familiar o económico no importa porque al final se logra, pero con mucha fe en lo que hace.
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