El comercio informal ecuatoriano migró a la Gran Manzana
Su nombre es Carmen y desde hace dos años llegó, junto a su esposo y dos hijas, a Nueva York en busca del sueño americano. Vivía en Chillogallo, en el sur de Quito, y confiesa que no todo salió como esperaba, por ello, hoy se ha convertido en una de las compatriotas que vende mango en las calles de la Gran Manzana.